Sobre los orφgenes de este simpßtico perro de b·squeda existe una amplia literatura que, partiendo del cΘlebre Gaston Phoebus, que en 1387 escribi≤ un excelente "Tratado sobre la caza", llega hasta nuestros dφas. La mayorφa estß bastante de acuerdo en decir que los antepasados mßs antiguos del Cocker spaniel son perros espa±oles que dieron tambiΘn origen a varios Epagneuls franceses. Volviendo a la literatura existente sobre estos perros, Philip Sidney, Edward Plantageriet e incluso Chaucer, loaron las cualidades venatorias de estos perros. Sin embargo, fue el duque de Marlborough quien seleccion≤ de una manera muy especial a un tipo de Spaniel bastante similar al actual, muy hßbil en la caza de la perdiz y de la chocha, de la cual mßs adelante tom≤ el nombre (en inglΘs, chocha se dice woodcock). Los spaniel que se encontraban en las perreras del duque tenφan las orejas mßs largas que los otros, y su capa era blanca con manchas rojas y anaranjadas. Sucesivamente, los criadores ingleses, partiendo justamente de estos perros, continuaron la selecci≤n, fijando definitivamente el tipo, y en 1901 se redacta el estßndar definitivo. Rßpidamente, la fama de este simpßtico perro de caza, ≤ptimo para la muestra y el cobro, atraves≤ los confines de las Islas Britßnicas y ya a comienzos del siglo actual se extendi≤ con rapidez por Francia.
Su tama±o, no muy grande, su carßcter simpßtico y jovial, su aspecto agradable - ademßs, naturalmente, de sus buenas cualidades venatorias- contribuyeron de manera sustancial a su rßpida afirmaci≤n en todos los paφses de Europa y en AmΘrica. Hoy, el Cocker spaniel es uno de los perros mßs conocidos de todos y no es raro que en las exposiciones caninas mßs importantes, la representaci≤n de esta raza se encuentre entre las mßs numerosas. Sin embargo, esta notoriedad se debφa mßs al aspecto del perro y a su carßcter afectuoso que a sus capacidades como cazador, lo que ha tenido una gran influencia en los criterios de selecci≤n de los criadores, que hoy, salvo pocas excepciones tratan de satisfacer las exigencias de quien busca una buena compa±φa en la soledad de la ciudad, que de unos pocos cazadores.
